miércoles, 16 de marzo de 2016

Las palabras también significan barreras.

Una sociedad respetable, altruista, moderna, comprensible... así nos definimos.


¿Pero esto es cierto? 

Porque seguro que en este momento, en este mismo instante, en cualquier lugar, puede haber una persona utilizando los términos despectivos de "subnormal" o incluso "tonto". Hace algún tiempo, prefiero no pensar cuánto, si la gente veía una persona con parálisis cerebral, se llamaba subnormal o mongolo y no pasaba nada. Ahora eso es una grosería tremenda, algo ha cambiado.


Cabe recordar que todos somos iguales, nos diferenciamos en las características físicas e intelectuales que cada uno haya desarrollado o posea, pero: ¡Todos somos iguales!. Todas las nomenclaturas que utilizamos llevan adscritas una serie de valores o ideales prefijados intencionadamente, por lo que si hay que ser consciente de que vivimos en una sociedad cambiante, avanzamos día a día (siempre con la intención de mejorar), también deben evolucionar y avanzar los términos que se utilizan para denominar al grupo de hombres, mujeres, niños y niñas con diversidad funcional.



Hagamos un recorrido por las palabras que se han utilizado para nombrarlos a lo largo del tiempo: incapacitados, minusválidos, anormales, con déficit, retrasados, limitados, discapacitados... Todos estos términos no son sinónimos, incluso se utilizan incorrectamente según sus definiciones y el contexto en el que se emplean: ¡pues quitémoslos de nuestros vocabulario!



 Ahora todo está y sigue cambiando y debe ser comprendido por todos, ya que si las palabras avanzan y les damos el significado de respeto e inclusión que deben tener, los valores e ideales cambian junto con los términos que conllevan. ¡Hagámoslo!.



 Es necesario divulgar y llevar a todos un término alternativo al de discapacidad (generalmente utilizado actualmente) que ha comenzado a nombrarse en nuestro país por uso de los propios discapacitados funcionales, con la intención de sustituir a todas esas palabras, términos o nomenclaturas qeu se utilizaban y llevaban adaptada una serie de valores peyorativos.




Se propone un cambio lingüístico y social, hacia la sociedad que decimos y afirmamos que somos.

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